BRUXISMO: síntomas, causas y soluciones

El bruxismo es en pocas palabras el hábito involuntario de rechinar o apretar los dientes, generalmente durante el sueño y/o apretarlos de día en forma voluntaria.

Dentro de las principales causas encontramos el estrés, la ansiedad, trastornos de personalidad, tipo de dentadura y oclusión e incluso la posición del cuello mientras se duerme.

CLASIFICACIÓN

Bruxismo diurno. Se define como el apretamiento o frotamiento de los dientes, a veces inconsciente, pero, generalmente, consciente. Suele estar relacionado con otros tics o manías como comerse las uñas o morderse los labios, y es frecuente que se produzca cuando se está concentrado: trabajando, estudiando e incluso conduciendo.

Bruxismo nocturno. Totalmente involuntario. Se produce mientras se duerme. Puede tener lugar por apretamiento o friccionamiento y puede ser el causante del cansancio muscular o dolor de cabeza que aparece al levantarse de la cama y de la contractura de los músculos del cuello.

Bruxismo céntrico o de apretamiento. Se aprietan los dientes por una contracción muscular. Estos no llegan a desgastarse, pero la mandíbula tiende a cargarse en exceso, provocando contractura muscular asociada a molestia y dolor.

Bruxismo excéntrico o de frotamiento. Los dientes rechinan produciendo un desgaste dentario mayor, aunque los dolores de tipo muscular apenas son apreciables.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Principalmente desgaste de los dientes y en casos extremos fracturas dentales. Pero lo primero de lo que suele quejarse el paciente es de dolor en la articulación y en los músculos que puede irradiarse hacia la cara, cuello, espalda y/o provocar dolor de cabeza.

El bruxismo puede tener una gran influencia en la irritabilidad del Sistema Nervioso Central y en el mecanismo de iniciación de la jaqueca.

Aunque su prevención es difícil, pero se pueden evitar sus consecuencias tratándolo a tiempo.

TRATAMIENTO

No existe un tratamiento que resuelve causas de rechinar o presionar los dientes (bruxismo). Sin embargo, se pueden paliar las molestias que provoca el bruxismo y prevenir daños subsiguientes.

Mediante férulas sintéticas especiales confeccionadas por el dentista se pueden proteger los dientes y evitar que se desgasten, así como proteger la articulación. La férula oclusal transparente debe utilizarse tanto de día como de noche. Los ejercicios fisioterapéuticos, el tratamiento con calor y los masajes contribuyen a relajar la musculatura de masticación.

Ser consciente en todo momento del bruxismo e impedirlo conscientemente conlleva un alivio a largo plazo. Es decir, debe acostumbrarse de forma consciente a no rechinar los dientes. Cuánto más se observe y corrija a sí mismo el afectado, mayor será la probabilidad de acabar con el problema.

Es importante la colaboración y comprensión de este tema por los pacientes para asumir voluntariamente un cambio de hábito. Por eso se recomienda una revisión periódica con el dentista cada seis meses según la OMS, (Organización Mundial de la Salud). Te invitamos a ponerle punto final a este problema y dejarte asesorar con los especialistas de CENIN.

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