- Hay una clave básica para cuidar la piel en verano que no se debe pasar por alto: protegerla del sol. Al ir a la playa, a la piscina, a un picnic, a correr al aire libre o a practicar cualquier otra actividad bajo el sol siempre usar un protector solar adecuado para tu tipo de piel, solo así podrás evitar el gran daño que causan los rayos UV/UVA. El exceso de sol no solo hace que nuestra dermis se queme y enrojezca, sino que además acelera el proceso de envejecimiento y puede ser responsable de manchas en la piel o peligrosas enfermedades como el cáncer.
- Es importante elegir un protector facial que te permita proteger esta delicada zona, y uno corporal especial para una piel menos delicada pero igualmente expuesta a los posibles daños.
- No olvides proteger además zonas delicadas como el escote, las manos, el cuello o las orejas, que también requieren atenciones para no sufrir a causa del sol. Estas áreas delicadas requieren de tanta atención como la misma piel del rostro. Ante cualquier irritación lo mejor es aplicar una crema de venta libre para disminuir las molestias.
- Se recomienda no exponerse a las horas en las que el sol es más intenso y dañino que son desde las 10 hasta las 16. Si lo hace, debe aumentar la protección y aplicar la crema solar con más frecuencia.
- Es importante utilizar el mismo factor a lo largo del tiempo, ya que es habitual que uno comience las vacaciones poniéndose un factor alto, y luego va bajando a medida que se va bronceando. Esto no es adecuado, ya que el bronceado equivale a un factor de protección 4, por lo que no protege contra futuras agresiones.
- Otra forma de protegerse es estando bajo una buena sombra. Hay que tener cuidado porque si ésta es sutil deja pasar el 50% de la radiación. La ropa es otra forma de protección, se pueden usar prendas con manga larga, pantalones y/o sombreros con ala ancha (más de 10 cm.). Contrariamente a lo que se cree, la ropa blanca es más fresca pero protege menos, mientras que la negra es más calurosa pero nos cubre más de los efectos del sol.
- Recuerde hidratar la piel pues las altas temperaturas, la piscina, el mar y todas las actividades típicas del verano hacen que se reseque más de lo normal.
- Beber abundante líquido también te ayudará a mejorar la apariencia de tu tez y a mantenerte sana por dentro y por fuera, sobre todo si pasas largos períodos al sol.
- No olvides alimentarte de manera adecuada consumiendo frutas y hortalizas frescas ricas en vitaminas y nutrientes, esto hará que tu piel luzca más atractiva y a la vez cuidará tu salud.
Un consejo de CENIN para que disfrutes del verano sin malas consecuencias para la salud de tu piel.
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